«Vida, madre y dinero son energías equivalentes.

En la madre, durante los primeros nueve meses de nuestra vida, hemos conocido la abundancia de la naturaleza. Al tomar conscientemente a nuestra madre, una vez adulto, reanudamos el fluir de la abundancia en nuestra vida.

Como tratamos a la madre, así nos trata la vida y el dinero. Así tratamos nosotros al dinero.

El dinero es una energía de agradecimiento, que permite mantenimiento de la vida y creatividad.
Recibimos dinero para compensar un servicio, un algo que hemos realizado para los demás. El dinero que llega a cambio de un trabajo o servicio es el que más fuerza tendrá. Es el que más servirá nuestra vida. Lo utilizaremos para algo fundamental como para vivir, para crear algo nuevo, para mejorar o transformar nuestra vida».*